miércoles, 8 de julio de 2009

Bienal de Venecia: parte 2 (Bagdad en Venecia)

Mona Hatoun: 3-D Cities, 2008, Instalación: mapas impresos y soportes de madera. Exposición Interior Landscape, Fundación Querini Stampalia, Venecia, julio de 2009




Mona Hatoun: Misbah, 2006. Instalación y video-proyección: linterna de cobre, cadena metálica, bombilla, motor eléctrico de rotación. Exposición Interior Landscape, Fundación Querini Stampalia, Venecia, julio de 2009

El pabellón catalán era lo primero que uno encontraba cerca de la casa alquilada en la isla de La Giudecca, en Venecia. Se trata de una gran exposición. Consiste en varias instalaciones. La primera y más importante consiste en una estantería metálica de grandes dimensiones (unos 20 metros de largo) a la que están unidas varias mesas de madera, semejantes un mueble de despacho, ante las que están dispuestas sillas. Dispone de varias pantallas de ordenador portátil, alguna pequeña pantalla de proyección, unas pocas fotografías y textos.

Un documental televisivo denuncia el proyecto urbanístico que el ayuntamiento de Barcelona promueve para convertir en un gran parque público las llamadas Tres Colinas (Els Tres Turons) de El Carmelo, el Turó de la Rovira (ambos sin urbanizar y en los que campan desde hace decenas de años casas autoconstruidas a las que se accede por caminos sin alfaltar), y los Parques Güell y del Guinardó ya existentes.

El proyecto requiere la expropiación de varias casas, algunas abandonadas. Un antropólogo expone, creo recordar, que dicho parque responde a una concepción burguesa de la vida para la que existe el concepto de tiempo libre, y que exige el destierro de quienes viven ilegalmente en la zona, así como de quienes no responden a las normas canónicas de belleza. Quizá se haya mirado en el espejo.

Varios ordenadores, que pueden ser consultados, contienen centenares fichas bibliográficas de libros de estética y de teoría del arte (político, principalmente). La información es más pobre que la que ofrece cualquier archivo informático de biblioteca, y muy poco útil, pero se trata de una obra de arte y, por definición, arte es lo que es inútil.

No muy lejos, en la Fundación Querini Stampalia, la artista libanesa Mona Hartoun expone algunas obras recientes. Se trata de una artista seria, pero no parece tomarse en serio. Expone instalaciones y proyecciones.

Una, llamada Ciudades en Tres Dimensiones, consiste en planos impresos de ciudades, como los que se pueden comprar en cualqier tienda. Extendidos sobre simples soportes de madera, presentan varios cortes dispuestos en círculos concéntricos que laceran varias zonas del plano. Por ejemplo, un plano de la ciudad de Bagdad. Sin embargo, dichos cortes permiten que se puedan levantar diversas franjas hasta formar pequeños espacios cóncavos o convexos: hermosas y perfectas cúpulas y cuencos. El plano está troceado, lacerado. A causa de estas heridas, el plano se cubre de hinchazones y hondonadas. Pero éstas componen formas arquitectónicas perfectas, que devuelven la prestancia al plano.

Del texto de una pequeña sala oscura cuelga una sencilla lámpara de metal troquelado, semejante a la que decoran numerosas casas árabes. Una luz tamizada evoca un silencioso y acogedor espacio interior. La lámpara, débilmente encendida, gira. Proyecta diminutas figuras sobre las paredes pintadas de rojo y sobre el techo: nubes de estrellas y soldados armados dispuestos al ataque. Las figuras giran y se deslizan incesantemente. Nítidas a ratos, se desenfocan y sedesvanecen en otras, antes de reaparecer en una ronda sin fin.

Mona Hartoun tiene algo que decir y sabe expresarlo con talento y sin alzar la voz. No denuncia. No teoriza. No presenta texto alguno que exponga lo que quiere comunicar. Parece sentir lo que muestra. Los materiales son simples. La ejecución, impecable: conserva las trazas de una primorosa ejecución manual. Las obras evocan múltiples significados, que se complementan, se matizan, se contradicen, y se vuelven a enriquecer.

Mona Hartoun es una artista. No una aprendiz de socióloga.

2 comentarios:

  1. Bueno menos mal que Mona Hatoun, nos ha salvado la temporada, porque parecia todo un desproposito !!!. Por lo que leo en el Pabellon Catalan, se olvidaron la Moreneta, Pedro no volvera a pasar!!!. Mira que ir hasta Venecia, con el bochorno que hace encontrarte con este sin fin de cosas inconexas y no encontrar a tu Moreneta, me imagino como debes sentirte!!!!. Con los años también lo entenderas!!!!!!!!!

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  2. Ser profe es como ser médico. No se cura, pero hay que estar al tanto de los nuevos productos. Aunque sea para no recomendarlos. Y la Bienal de venecia es un buen escaparate de lo que (no) hay que hacer y de lo que (no) se debe explicar.
    Bochorno, sí; sobre todo viendo muchas de las obras...

    Tocho

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