martes, 8 de junio de 2010

Chris Burden (artista y arquitecto): antología





Aunque hoy el artista y arquitecto Chris Burden pinta bodegones, hubo un tiempo, en los años setenta, que practicaba acciones que no dejaban indiferente: ponía a prueba espacios opresivos, cerrados, o mostraba la ilusoria sensación de libertad que los espacios abiertas urbanos brindan (atados, crucificados al coche, sin el cual la ciudad no se recorre, lejos ya del "flâneur", el paseante urbano, desocupado y despreocupado, decimonónico, descrito por Baudelaire), y se ponía a prueba.

Así, pedía que le disparan a un brazo, de cerca, en una estancia (su acción más conocida), se hacía crucificar sobre el capó trasero de un Volkswagen -el "vagón o vehículo del pueblo" ideado por la Alemania nazi- y recorría algunas avenidas de Los Ángeles (antes de desaparecer tras las puertas celadas de un garaje, como si de una milagrosa aparición, a plena luz, se tratara), se arrastraba desnudo sobre un lecho de cristales rotos que cubría el suelo de una habitación, se pasaba tres semanas durmiendo o estirado en una cama en una galería de arte (el espacio se reducía hasta los límites del cuerpo, y se ofrecía a sí mismo como una mercancía que debía ser cuidada, alimentada), se aislaba cinco días en una taquilla, cerrada con llave, de una consigna (la morada como nicho, y el humano como un objeto abandonado), se cubría con un saco de tela gruesa con la apertura bien anudada, abandonado en medio de un carril de una autopista saturada de tráfico, etc.

Este documental recoge estas "míticas" intervenciones, definidas como artísticas (interrogan el presente) por la voluntad del artista

www.soymenos.net/burden.pdf


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