viernes, 2 de mayo de 2014

El rostro del hogar: osuarios palestinos neoliticos en el Institute for the Study of the Ancient World (ISAW), Nueva York, mayo de 2014




















Fotos: Tocho, ISAW, Nueva York, mayo de 2014

Los difuntos no quieren dejar el hogar. Éste les representa, y les mantiene en vida; les une a la tierra y les guarece.
Quizá por este motivo, en culturas antiguas -entre el sexto y el tercer milenio aC, cuando dichas prácticas fueron abandonadas-, los muertos eran enterrados bajo el suelo del hogar, o en osuarios en forma de casa, guardadas en el interior de las viviendas. En este caso, tras un largo tiempo, el cadáver era desenterrado, y los huesos guardados en urnas arquitectónicas y anttopomotficas, depositadas en un altar del hogar. El difunto se convertía en un antepasado venerado, un ancestro protector de la casa y la familia. Estaba íntimamente unida a la casa mágicamente representada por la urna. La casa se animaba. Los ojos se abrían. La fachada se volvía un rostro. Ambas, casa y alma se influían mútuamente y, juntas, velaban,  desde del corazón del hogar, sobre éste. La casa miniatura era el cuerpo que al alma le faltaba, al mismo tiempo que constituía el ánimo del hogar.
Una hermosa exposición de osuarios del Levante, del calcolitico, hacia el quinto milenio antes de Cristo, en el Instituto de Estudios del Mundo Antiguo (ISAW) de Nueva York, revela el verdadero rostro del hogar y qué imagen se tenía de éste: un entre vivo y protector, maternal, en cuyo vientre los difuntos volvían a la vida para morar entre los presentes, asegurando la pervivencia de la casa.
Una hermosa exposición 


7 comentarios:

  1. Son preciosas . Algunas parecen casas de dibujos animados que se van aponer a hablar unas con otras en cualquier momento :-)
    Claro,es cierto lo que dice:al incorporar el espíritu del difunto la casa se convierte en algo vivo,animado.
    Hay un cuadro en el Prado ,no recuerdo si de Patinir ,o del Bosco ,en el que una casa es a la vez una anciana

    ResponderEliminar
  2. Efectivamente son de una gran belleza.
    María quizá se refiere a un detalle del Jardín de las Delicias de El Bosco
    Saludos
    Violeta

    ResponderEliminar
  3. Lo he encontrado ,Violeta.
    https://www.museodelprado.es/coleccion/galeria-on-line/galeria-on-line/obra/las-tentaciones-de-san-antonio-abad-1/
    Por lo visto está atribuído al Bosco,pero no con certeza.Por el tema pensaba que sería suyo,pero tenía el recuerdo de haberlo visto junto a los de Patinir. Es un cuadro pequeño,con tonalidades azuladas y grises. Es muy evocador
    No sé si en el Jardín también aparecerá también este motivo.
    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias a todos por la referencia al cuadro de El Bosco. No se me habría ocurrido. y la relación es muy pertinente.
      No sé si, además de en la pintura de El Bosco, la de Brueghel tiene también imágenes de casas antropomórficas.

      Eliminar
  4. Los antepasados velan por el hogar mientras reside en la familia el poder que defiende la casa. Con la emergencia de estructuras políticas, y su fuerza superior que se impone sobre los clanes, serán los dioses de la ciudad o del reino los que ocupen los altares domésticos. Pero esas casas con ánima siguen apelando a nuestra sensibilidad; son una muestra de profunda humanidad.
    Gracias por mostrárnoslas,
    Santiago

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En efecto, parece que los cultos de la ciudad y "estatales" reemplazaron cultos domésticos, si bien éstos perduraron en el ámbito doméstico precisamente, y debían ser los antepasados y las divinidades del hogar los que suscitaban mayor devoción, que no las lejanas divinidades oficiales, de compleja vida.

      Eliminar